sábado, 17 de junio de 2023

# Cambio de tren (1913)

 “¡Sí, señor! ¡Esto es un abuso que se hace con el viajero! ¡Esto no susede más que an España! ¡Grito perque estoy an mi derecho de gritar; y raclamo perque estoy an mi derecho de haser totas las raclamasiones que me dé la gana! 

 Monólogo en prosa. Por PABLO PARELLADA y ALBERTO CASAÑAL. 1913

CAMBIO DE TREN


PERSONAJE

Tipo de. viajante catalán, con guardapolvo, gorra, manta de viaje y cuantos bultos y maletas pueda llevar.

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CAMBIO DE TREN

A telón corrido ó, también, telón corto figurando sala de espera.

ESCENA UNICA

EL PERSONAJE sale disputando con alguien que queda dentro.

 

¡Sí, señor! ¡Esto es un abuso que se hace con el viajero! ¡Esto no susede más que an España! ¡Grito perque estoy an mi derecho de gritar; y raclamo perque estoy an mi derecho de haser totas las raclamasiones que me dé la gana! (Para sí) Ves dónde ma vienen ahora con que tengo de esperar dos horas aquí perque lo tren de Irún porta dos horas de ratraso... A mí que no me vengan con romansos; esto de los ratrasos no es más que un juego de compadres para que nos sentemos an la fonda de la estasión y clavarnos sincuanta séntimos por un asucarillo. ¡Oh! Pero ya hi puesto mi aclamasión an al libro de raclamasiones: «Al que supscribe, viajante de la casa Barbará y Suriñá de Barselona, raclama la cantitat de dos mil pasetas con veinte séntimos como daños y perjudisios ocasionados por no haber anllasado á tiempo el tren de Logroño con el de Irún an al día de la fecha. Miranda de Ebro 1,2,3. Batista Morlins.»

¿Ves quina culpa tengo yo de que el tren se datenga por la nieve? (Que pongan un toldo á lo largo de la vía. Dise que ha muerto el maquinista... ¿Y a mi que me cuentan? Haber puesto un maquinista de los que no se mueren. Esto susede perque an este país todo el mundo sa deja haser sopas an al cogote, y nadie raclama cuando hase falta raclamar. ¡Ma casun quinse! Que me vengan á mí con abusos aquestas compañías. Seis días saguidos, an al eslipin para almorsar y para comer, me clavaron carne con coles pacañitas, de esas que en disen de Bruselas... Dose veses colitas de Bruselas, ¿eh? Raclamasión: «Al que supscribe, viajante... atsetra, atsetra... raclama quinientas pasetas con quinse séntimos, per l'abuso intolerable de servirle, durante una semanacumersial, carne con colillas.» Pues... ¿y al año pasado? ¡Ma casun quinse' Antré an un coche de primera; saludo á las señoras que iban dentro; voy á poner ocho maletas y tres cajas an esas mallas corridas que hay arriba de los departamentos, y me ancuen tro con que estaban completamente destrosadas. Yo que me digo: - Mallitas destrosadas, ¿eh? ¡Ay, carat! Raclamasión: «Al que supscribe... atsetra, atsetra; raclama ochosientas pasetas con dies séntimos, por la indesensia de haserle viajar delante de señoras con las mallas rotas.»

Ah, también haré otra raclamasión del frío que se siente an esta sala de espera... Es un descuido de las compañias, porque an la casa Barbará y Suriñá tenemos la patente de un prosedimiento para que las habitasiones, lo mismo an invierno que an verano astén siempre á una misma temperatura. Rianse ustedes de la calefacsión per agua ni per vapor; todo consiste an la clase de termómetros que fabricamos; an nuestros termómetros, no hay columnita de mercurio; an su lugar, metemos por el tubito una aguja de haser media hasta que la punta marca los grados que desea el consumidor; lo cuelga ustet de la paret y... ¡Oh! Ya pueden abrir las ventanas, ya, que siempre tendrán la misma temperatura.

Hay mucho atraso an todo lo de los ferrocarriles. An al restaurant del eslipin, todavía ponen tenedores de puntas afiladas, y, naturalmente, con el muvimiento del tren, uno se pincha la llengua. Esto se evita con los tenedores que nosotros fabricamos que tienen unas bolitas an las puntas; lo que figura an al catálogo con el nombre de tenedores embolados. Esto se le ocurrió al ingeniero de la casa viendo una novillada.

Lo mismo que cuando un camarero li deja á ustet caer sobre el pie un plato de porsalana que pesa dos kilos... Ves qué lis costaría usar vajilla de aluminio de la que vendemos nosotros... Es una gran cosa esto del aluminio. Ya saben que este metal no pesa nada; be, vamos, tanto como nada, no diré, perque metal que no pese nada, nada, no hay más que el metal de la vos; pero que pesa muy poquisimo, lo puedo garantisar: an Barselona, allá an al Paralelo, han construido un tayatro donde caben dos ó tres mil ánimas; todo de aluminio; pues bien, con público y todo no pesa más que unas dos arrobas escasamente.

Y vaya un café el que dan en el eslipin; es verdadero moka, ya lo sé, pero podían darlo de nuestra casa; café falsificado, pero es más agradable que el verdadero; ustedes dirán que lo falsificado no puede ser mejor que lo verdadero. ¡Ay, ma casun quinse! Ustedes no se acuerdan de que la mujer falsificada resulta siempre más agradable que la verdadera. Ves sin tengo de rasón...

También hasemos telarañas artifisiales para imitar botellas de vino viejo; tienen un convidado á comer, un convidado de cunmplido; la criada trae un par de botellas de vino corriente; pues bien, antes de sacarlas á la mesa, lis posan dos ó tres telarañitas de la casa Barbará y Suriñá y... vamos... siempre se bebe más á gusto.

También hasemos tejas comprimidas de pasta de papel; muy económicas; claro que no tienen la durasión de las de barro cosido, pero son más ligeras y sirven perfectamente para resguardar de la lluvia aquellas cosas que no importan que se mojen.

Pero lo más extraordinario son nuestros bastones última novetat. (Saca uno del rollo de la manta) Patente de invensión. La caña es recta como en un bastón cualquiera, pero.. ahora viene lo bueno; tienen el puño abajo y la conterita arriba... ¿Eh, que es nuevo? Con la particularitat de que dándoles la vuelta (Lo hace.) queda un bastón como todos los demás.

¡Ah! Pero an lo que ninguna fábrica ha podido hasernos la cumpetensia ha sido en los trajes para caballero. Traje completo á presio inverosimil. ¿A cuanto pensarán ustedes que los vendemos? Pot ser creerán que á sesenta pasetas... No, señor; niá trenta; ni á dies... ni á sinco... Bien, dirán ustedes: —¿Son trajes para niño? No, señor; trajes completos para caballero; ¡á tres pasetas! Mirin (Saca del bolsillo del gabán un calzón de punto para baño.) Esto, para que vean la serietat conque prosede la casa Barbará y Suriña de Barselona.

Dons, bien, cuanto han oído es petaca minuta comparado con un nuevo artículo que acabo yo de ver an al axtranjero, la cual fabricasiónpienso introdusir an España. Es un juguete para niños, pero ya sabemos lo que pasa, que también las personas grandes si divierten. Es cosa que tiene serta cumplicasión; pero yo estuve an la fábrica y no hise mes que ver como los haslan y me dije: —Ya lo tengo atrapado, verán: se corta un cuadradito de papel de color de unos quince sentimetros de lado; se le hasen cuatro cortes por el sentido de los diagonales, pero sin llegar al sentro; se toma una puntita y se la lleva al medio, abarquillando al papel; y una ves las cuatro puntitas an al sentro, se atraviesan con un alfilerito que se clava an al astremo de una cañita. Bueno; pues con este juguete se sale á la calle y no mes que sople una mica de aire... hay que ver la velositat con que da vueltas. Es muy bonito; y á pesar de su cumplicasión, se puede dar per sinco séntimos y aun queda un sesanta por siento de benefisio. ¡Oh, es un negoslo!

A ver...(Saca el reloj.) tengotiempo de almorsar; relojitos de nuestra casa; marcan los minutos, los segundos, el día del año, la presión atmosférica y los cambios de ministerio; en fin, lo marcan todo; es desir, lo marcan todo menos la ropa.

(De uno de los bultos saca algunas viandas y una servilleta que coloca sobre una maleta.) A mi no me explotan an las fondas de las estasiones... ni an ninguna parte. Yo entro an un café y pregunto: —¿De qué presios tienen el coñac?De real, tres reales y seis reales la copa. Y digo al moso: - Pues sácame una copita de real. Y así ya no me pueden engañar.

Cuando tengo que comprarme un paraguas ó un impermeyable, nunca lo hago an día de lluvia, perque antonses los cobran un vintisinco por siento más caros..

(Campanilla dentro y una voz que grita: ¡Señores viajeros para Madrid, al tren!)

¿Viajeros para Madrit, al tren?

¡Ayay! (Hablando con uno que está dentro. ) ¡Ascolti! ¿Qué dise aquell chimple? (Pausa.) ¿Qué? ¿Que el maquinista ha ganado el tiempo perdido? ¿Y que ya vamos á salir? ¡Ahora que iba á almorsar! ¡Esto es otro abuso! ¡An la pisarra de la Estasión dice que hay dos horas de retraso, y si no se cumple lo que dise la pisarra haré la raclamaslón! (Recoge todo.) ¡Si, señor! Ahora mismo pondré an al libro de raclamasiones: Al que supscribe... atsetra, atsetra.. . Quinientas pasetas... ¡Venga ese libro! ¡Ma casun quin se! (Vase.)

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