- Buenos días, amigo doctor. Pase usted.
- ¿Quién es el enfermo?
-Mi hijo Luisito; me tiene muy
intranquila; ha despertado diciendo mil desatinos y riendo a carcajadas. Usted
le verá...
La mamá y el
médico pasan a la alcoba del adolescente Luisito.
El doctor lo
reconoce y no encuentra síntoma de enfermedad; la piel ligeramente ardorosa y
nada más.
-¿Qué le parece a usted, señor de
Quintana? -pregunta la mamá.
-¡De Quintana! -grita Luisito.- ¿Usted es “de
Quintana”? Y los que no son de Quintana, ¿de dónde son? ¿No lo sabe usted? Pues
son de Quintanapalla, es decir, de Quintana pa allá, ó sea de más allá de
Quintana.
Satisfecho de su
ingenio, Luisito suelta la carcajada y se desborda en chistes.
-¿Sabe usted cuál es el pie que huele peor? El pie de la
perpendicular; por eso todas las oblicuas se apartan de él.
-¿De cuántas maneras se puede decir camisería? De tres: cami-
sería, cami- fuera y cami- fuese.
-¿Qué diferencia encuentra usted entre Moret y un tubo de quinqué?
Que el tubo de quinqué siempre es tubo en cualquier parte que se le ponga,
mientras que Moret sólo estuvo en Valladolid cuando lo del bloque.
-¿Cuál es el origen de la palabra betún? El inventor no sabía
qué nombre darle, se lo contó á un amigo muy erudito que encontró en la calle,
y éste le dijo: “Betun día por mi casa y veremos de ponerle
nombre.”
-¿Sabe usted quién
inventó el almirez? Machaquito. ¿Y el hule? Ulises. ¿Y los trajes de
luto? Lutero. ¿Y la tiza para el billar? El Ticiano. ¿Y las cucharas? Cúchares.
-¿En qué se parece la Virgen a la tela que se pasa de matute? En que
es tela matutina.
-¿Hay en España algún pariente de Guillermo Tel? Sí, señor;
mosca- tel; llevan el mismo apellido.
-¿Cuál es el colmo de un monárquico español almacenista de vinos?
Tapar los envases con corcho... lis.
-¿En qué clase de animales no canta el macho, sino la hembra? La
cigarra, porque el cigarro no canta.
-¿Cuál es la mayor abnegación de los barcos? Andar, a pesar de la
bota... dura.
-¿Por qué Caín mató a Abel? Porque así lo dispuso Dios; con toda
intención, a uno le puso Abel y al otro Caín, y se dijo: “Abel si
Caín; es decir, a ver si caen... en la tentación de matarse...”
- ¿Y una señora en estado interesante a ese sombrero que usted lleva?
En que están encinta... ¡Ja, ja, ja, ja...
-¡Basta, basta! -interrumpió el
médico. -Esto es un
trastorno cerebral, producido por la enfermedad reinante, exacerbada por la
influencia de la primavera médica.
-¿Y qué le damos, doctor?
-Podemos darle antipirina, cafeína o
quinina; pero en este caso prefiero recetarle otro alcaloide más eficaz, sí,
señora. Cada vez que á Luisito se le ocurra un chistecito de esos, le
administra usted una buena dosis de azotina. Es lo indicado.
Por MELITÓN
GONZÁLEZ.
Dibujo de APE.
Publicado en BLANCO
Y NEGRO 24-04-1909 página 9.